El jueves 17 de noviembre nos fuimos al Confital con el alumnado de 2º C y D. Este espacio privilegiado de la ciudad reúne muchas características que pueden atraer a cualquier ciudadano: su valor histórico, como asentamiento de los antiguos canarios, su valor ecológico y, desde luego, su atractivo como lugar de esparcimiento y convivencia en contacto con la naturaleza.
Nuestro alumnado ha estado estudiando estas semanas las diferentes etapas de la Prehistoria y los diferentes instrumentos musicales que fueron apareciendo en las mismas, al ritmo de la evolución de las sociedades humanas. La sociedad aborígen canaria nos brinda un ejemplo estupendo para comprenderlo: las lapas, como instrumento de percusión.
José de León, arqueólogo y técnico de Patrimonio en el Cabildo de Gran Canaria estuvo con nosotros para explicarnos cómo vivían en el Confital los aborígenes y para demostrarnos cómo se tocan las lapas. Su charla nos hizo ver cómo los antiguos habitantes de Canarias tenían las mismas necesidades e impulsos que nosotros, las mismas ganas de explorar y entretenerse que, quizás, les hizo un día probar las lapas como instrumento de percusión. Sorprende ver cómo un instrumento tan simple tiene, sin embargo, un sonido tan cautivador. Al oír la demostración de José tuvimos el impulso de lanzarnos allí mismo a recogerlas, para empezar a practicar. Sin embargo, las lapas ya no son tan abundantes como solían serlo en la época prehispánica.
Mario Martínez, agente de Inspección Pesquera del Gobierno de Canarias nos explicó cómo, a fuerza de sobreexplotar este recurso marisquero, las lapas se encuentran ahora mismo en una situación delicada y es necesario respetar la normativa que las protege para que no desaparezcan para siempre del Archipiélago. Así pues, la veda en determinados espacios, como es el propio Confital, o el establecimiento de una talla mínima de captura, son algunas de las medidas establecidas para proteger la supervivencia de este animal. El consumo responsable por parte de todos es también imprescindible para conservar esta especie que cumple un papel tan importante en la cultura tradicional canaria.
La aportación de ambos ponentes fue muy valiosa y les agradecemos sinceramente su amabilidad y su colaboración desinteresada.
La visita terminó con un paseo, para disfrutar del lugar y empezar a mirarlo con otros ojos, quizás más atentos a lo que vemos.
Nuestro alumnado ha estado estudiando estas semanas las diferentes etapas de la Prehistoria y los diferentes instrumentos musicales que fueron apareciendo en las mismas, al ritmo de la evolución de las sociedades humanas. La sociedad aborígen canaria nos brinda un ejemplo estupendo para comprenderlo: las lapas, como instrumento de percusión.
José de León, arqueólogo y técnico de Patrimonio en el Cabildo de Gran Canaria estuvo con nosotros para explicarnos cómo vivían en el Confital los aborígenes y para demostrarnos cómo se tocan las lapas. Su charla nos hizo ver cómo los antiguos habitantes de Canarias tenían las mismas necesidades e impulsos que nosotros, las mismas ganas de explorar y entretenerse que, quizás, les hizo un día probar las lapas como instrumento de percusión. Sorprende ver cómo un instrumento tan simple tiene, sin embargo, un sonido tan cautivador. Al oír la demostración de José tuvimos el impulso de lanzarnos allí mismo a recogerlas, para empezar a practicar. Sin embargo, las lapas ya no son tan abundantes como solían serlo en la época prehispánica.
Mario Martínez, agente de Inspección Pesquera del Gobierno de Canarias nos explicó cómo, a fuerza de sobreexplotar este recurso marisquero, las lapas se encuentran ahora mismo en una situación delicada y es necesario respetar la normativa que las protege para que no desaparezcan para siempre del Archipiélago. Así pues, la veda en determinados espacios, como es el propio Confital, o el establecimiento de una talla mínima de captura, son algunas de las medidas establecidas para proteger la supervivencia de este animal. El consumo responsable por parte de todos es también imprescindible para conservar esta especie que cumple un papel tan importante en la cultura tradicional canaria.
La aportación de ambos ponentes fue muy valiosa y les agradecemos sinceramente su amabilidad y su colaboración desinteresada.La visita terminó con un paseo, para disfrutar del lugar y empezar a mirarlo con otros ojos, quizás más atentos a lo que vemos.
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